jueves, 20 de septiembre de 2012


Un día especial

En los pasillos de un hospital, donde estamos a acostumbrados a ver gente enferma o muriéndose, se produce un parto en una de las habitaciones del nosocomio, nos referimos el parto de la señora Eva Graciela Castro Gracia, ella daba a luz a un varoncito  robusto y cachetón que al verlo provocaba morderlo. Mientras tanto la familia esperaba los resultados del parto, de pronto se acerca el doctor y dice “fue un varoncito y todo salió bien, en breves minutos podrán verlo” todos se abrazaron, rieron, lloraron y felicitaban al padre del bebe, era el cuarto hijo de cinco que tendría la señora Eva, ese niño nació el 19 de septiembre de 1962 en la ciudad de Lima.

Cada 19 de septiembre celebraban el cumpleaños de este niño que ahora es todo un señor y padre de familia, una persona especial para mí. Ahora ese niño es un poco renegón, amargado y no le gustan que le den la contra cuando da su opinión por más equivocado que este, pero él esa así y es lo que me gusta de él. Es muy gracioso cuando uno lo conoce y extiende su afecto aquel que lo necesita,  pero al verlo podrías pensar que es una persona formal, nada gracioso y malo por la cara larga que tiene, yo les podría decir que no es así.
El miércoles 19 de septiembre del 2012 ese señor cumplía 50 años, media década, 19 años dedicadas al estudio y a la diversión con amigos, típico de los jóvenes, y 31 años dedicado a su familia para sacarlos a delante en años difíciles para el Perú por el terrorismo y otros problemas sociales.

Yo regresaba de estudiar y de muy lejos veía salir humo que ardían los ojos, ese humo era de la parrilla que preparaba la esposa del cumpleañero para los invitados, vi a toda la familia reunida como nunca en mi casa, ellos reían, bailaban, comían, los niños correteando por todas partes y la esposa del cumpleañero seguía friendo, salía un olor exquisito que provocaba comer al que estaba lleno. Gire la mirada a 90 grados y vi  al rincón de la casa a un señor sentado en el mueble, vestía pantalón azul y un camiseta rosada, el tenia en la mano derecha una botella de cerveza y en la izquierda un vaso de vidrio vacio, lo vi cansado, abría y cerraba los ojos constantemente, a simple vista esa persona estaba con sueño, todo jorobado y recostado al mueble como si fuera su cama, al verlo provocaba mucha risa.

Ese señor que describí es mi padre de nombre Cesar Moreno, al verlo recordé sus palabras con una sonrisa “no quiero nada de fiestas” él decía que no quería nada y cuando lo vi pensé ¿lo qué nos dijo era en cerio o estaba esperanto todo esto con ganas? Fuera lo que fuese nunca lo vi tan contento, pensé “el se merece eso y más”. Nunca olvidare sus famosos pasos de una de sus canción favorita “Party Rock Anthem” del grupo LMFAO, verlo bailar causaba gracia para algunos, vergüenza para otros pero para mí era admirable y valiente y porque no atrevido. Siempre estaré orgulloso de él y de lo que tengo porque se lo debo a él y a mi madre, esto no es de película es la verdad, porque la vida no siempre parase una película a menos que uno lo quiera ¿no lo crees?

Escrito por: Junior Moreno

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